La Comunidad de Cristianos se presenta como un movimiento que busca renovar la práctica de la vida religiosa salvaguardando la libertad de creencia.
- Ofrecemos un espacio para cualquier persona en un camino de búsqueda interior y sin hogar espiritual.
- En esa búsqueda interior late inherente una necesidad de vida religiosa, es decir, de la práctica de una relación viva con nuestro origen celeste espiritual y parte de una decisión libre e individual.
- Nuestra mirada contempla la vida humana, más allá de los límites que suponen nacimiento y muerte.
- Nos mantenemos independientes de todo ámbito político y gubernamental, así como de cualquier institución confesional.
- En los diferentes apartados encontraréis una información más detallada así como la programación y los lugares de encuentro de nuestras actividades.
La Comunidad de Cristianos se fundó en Dornach (Suiza) en 1922 bajo el impulso de un grupo de teólogos y científicos que, conmovidos por las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, sintieron intensamente la necesidad de desarrollar nuevas formas de vida religiosa acordes con las exigencias culturales y sociales de la época. Se extendió primero en Europa hasta cruzar los mares y estar hoy representadas en todos los cincos continentes.
En España la Comunidad de Cristianos se fundó el 12 de octubre del 2010. Durante décadas sacerdotes de Holanda, Sudamérica, Francia y Suiza visitaron y trabajaron en diferentes lugares a petición de los grupos que allí se iban formando. Hoy el altar central está ubicado cerca de Madrid, en Galapagar. Las Comunidades de Alicante y Barcelona reciben visitas regulares de los sacerdotes ahora ya residentes en España. En otros lugares como Bilbao, Valencia y Las Palmas se han iniciado actividades de fin de semana. Encuentros anuales en verano reúnen a personas de todas España facilitando una oportunidad de intercambio y aproximación intensa.
Miembros
El que conoce la vida sacramental de La Comunidad de Cristianos y percibe el Acto de Consagración del Hombre como su hogar espiritual, puede iniciar un proceso para llegar a ser miembro.
A través de unas entrevistas pautadas con el sacerdote emprende un camino de concienciación del significado a nivel personal, social y espiritual de esta decisión. Esto lleva implícito el compromiso responsable de ayudar y sostener a La Comunidad de Cristianos en la realización de su misión espiritual.
Esta meta solo puede darse a través de una colaboración activa en las tareas de la Comunidad y mediante una base económica, que se concreta en una aportación regular.
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En otros lugares como Bilbao, Valencia y Las Palmas se han iniciado actividades de fin de semana. Encuentros anuales en verano reúnen a personas de todas España facilitando una oportunidad de intercambio y aproximación intensa.
Tres requerimientos eran imprescindibles para que la fundación de La Comunidad de Cristianos pudiera ser una realidad:
- La renovación de los sacramentos.
- La participación de la mujer al mismo nivel que el hombre
- La creación de comunidades libres